Un Colorado donde todos pueden prosperar.

Nuestro compromiso con la equidad en salud significa que enfocamos nuestros recursos, energía y esfuerzos específicamente en el trabajo con entidades que atienden a grupos y poblaciones históricamente excluidos, sistemáticamente subatendidos o subrepresentados, en lugar de distribuir recursos por igual a cada grupo demográfico.

Entre los grupos y poblaciones más subatendidos en Colorado figuran las personas de color, las personas que se identifican como LGBTQ+, las personas que enfrentan dificultades financieras, los adultos mayores y las personas que viven en áreas rurales. Estos grupos también tienen mayor probabilidad de ser blanco del racismo u otras formas de discriminación y de ser excluidos de decisiones o influencia políticas.

Nuestro bienestar se ve afectado por factores que incluyen el lugar donde vivimos, el salario que ganamos y nuestro acceso a educación y oportunidades. Nuestro bienestar también se ve afectado por nuestro sentido de pertenencia, lo conectados que nos sentimos con las personas que nos rodean y las oportunidades que tenemos de tomar decisiones que afectan a nuestra comunidad. Estos factores con frecuencia se conocen como los “determinantes sociales de la salud”.

Las políticas y sistemas sociales y económicos son las instituciones, normas y procesos que influyen en cómo vivimos, aprendemos, trabajamos y nos divertimos. Cuando no tenemos influencia sobre estos sistemas, sufrimos de una peor salud y vivimos menos.

Todos nos beneficiamos cuando cada integrante de la comunidad tiene la oportunidad de vivir una vida larga y sana. Todos nos beneficiamos cuando escuchamos a las personas que han sido históricamente excluidas de las decisiones. Para que los coloradenses en cada comunidad prosperen, las personas deben tener una voz en las decisiones que influyen en su bienestar.  Trabajando juntos, podemos crear políticas y programas justos para todos, así todos los coloradenses podrán gozar de vidas sanas y productivas.