Voces comunitarias: Creando una mejor historia para Antonito
Read in EnglishPor Pauline Victoria Martinez
The Colorado Trust está colaborando con integrantes de comunidades rurales en todo Colorado que están ayudando a facilitar conversaciones con vecinos sobre lo que les gusta de sus comunidades y qué dificultades enfrentan. Pauline Victoria Martinez vive en el Condado de Conejos y está trabajando como consultora de investigaciones para comunidades en el Valle de San Luis. Ella escribe aquí sobre el pueblo de Antonito.
Todos tienen una historia sobre sus familias, sus identidades y las cosas que les han sucedido. Igual que las personas tienen historias, también los pueblos las tienen. Los residentes del pequeño pueblo rural de Antonito, quienes no están contentos con la historia que otros han contado sobre su pueblo, están trabajando duro para crear una mejor historia.
Antonito funciona como la entrada sur al Valle de San Luis y es el primer pueblo que saluda a los visitantes que vienen del norte por la Ruta federal 285 de Nuevo México a Colorado. La historia de Antonito empieza en su fundación en los años 1800, cuando el pueblo y las tierras circundantes eran parte de la Concesión de tierras en Conejos. México le concedió las tierras a la gente para que las usaran en comunidad para criar ganado, reunir madera para quemar y hierbas y realizar actividades recreativas.
Los problemas empezaron después de la guerra entre México y EE. UU., cuando Estados Unidos se apoderó del territorio perteneciente a México. En 1948, el gobierno estadounidense firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo, en el cual prometió honrar las concesiones de tierras. Sin embargo, no mantuvo esa promesa; con el tiempo, a las personas les usurparon las tierras.
Según algunos estudios, una pérdida como esta de tierras puede resultar en la pérdida del idioma y de la identidad y dar como resultado a la pobreza y el abuso de drogas por generaciones. La pérdida de la Concesión de tierras en Conejos fue solo el principio de muchas desigualdades que Antonito terminaría sufriendo.
Muchos agricultores y ganaderos hispanos en la región dicen que enfrentan discriminación a manos del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA, por sus siglas en inglés), la cual les impide tener acceso a fondos muy necesarios para mantener sus granjas. Presentaron una demanda, conocida como García vs. Vilsack, pero la demanda no se reconoció como una demanda colectiva. Sin embargo, el USDA, admitió haber cometido acciones discriminatorias en sus oficinas, y terminó iniciando un proceso de resolución de reclamos. Esto permitió que los granjeros y ganaderos hispanos reclamaran una compensación por ingresos, tierras y ganado perdidos, y por haber tenido que disminuir sus operaciones agrícolas y ganaderas. Algunos agricultores y ganaderos de Antonito participaron en ese proceso; un par de ellos han recibido acuerdos y ahora están esperando recibir una compensación, según mis investigaciones.
El pueblo también tuvo que enfrentarse a otra entidad gubernamental, esta vez al Consejo de Transporte Terrestre del Departamento de Transporte de EE. UU. El exalcalde Mike Trujillo, el alcalde actual Aaron Abeyta y otros integrantes de Conejos Clean Water, Inc. ayudaron al pueblo a luchar para evitar que desechos radioactivos se transportaran cerca de su comunidad entre camiones a trenes, y luego se transportaran directamente a través de su comunidad desde el Laboratorio Nacional Los Álamos en Nuevo México. Al hablar sobre cómo las corporaciones encargadas de gestionar desechos y transportarlos por tren consideraban a su comunidad, Abeyta me dijo: “Ven estas cosas y, por lo tanto, consideran que nuestra propiedad es una debilidad. Ven nuestras cosas caídas y piensan que significa complacencia y apatía. En otras palabras, creen que no nos resistiremos”. La gente de Antonito sí se resistió, y ganó.
Es debido a estos desafíos que la gente de Antonito se ha unido, estableciendo vínculos gracias a la lealtad y el orgullo. Esta conexión en la comunidad es una fuerza impulsadora para los residentes de Antonito cuando hablan orgullosamente de su pequeña comunidad y de su patrimonio.
Un sitio de orgullo cultural es el edificio donde alguna vez existiera La Sociedad de Protección Mutua de Trabajadores Unidos (The Society for the Mutual Protection of United Workers, en inglés). Esta organización se fundó en 1900 para ayudar a proteger y beneficiar pequeñas comunidades agrícolas en el sur de Colorado; el fundador principal, Celedonio Mondragon, es reconocido por la gente como un héroe. Con el paso de los años, la sociedad proporcionó servicios de entierro y seguros, y ayudó a unir a la clase trabajadora contra la discriminación. El preámbulo de la constitución de la sociedad establece su objetivo: “Protegernos entre sí contra las injusticias de los tiranos y déspotas, los usurpadores de las leyes y la justicia, y aquellos que se roban nuestras vidas, honor y propiedad”.
Otro sitio histórico que cuenta muchas historias propias, y que recientemente apareció en la prensa, es la iglesia más antigua en Colorado, la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe. Muchos visitantes de todo el país viajan a la punta sur de Colorado para ver sus dos majestuosos campanarios elevándose hacia el cielo y admirar las antiguas ventanas con vitrales. Sugiero visitar la antigua iglesia por la mañana, cuando la salida del sol hace que los colores de los vitrales cobren vida y bailen junto a las paredes de la iglesia.
Además de la iglesia, el pueblo también alberga uno de los pocos ferrocarriles de vía estrecha que todavía se usan activamente, el Ferrocarril Panorámico Tolteca y de las Cumbres. En 1969, se abandonó al ferrocarril por falta de uso, pero gracias a algunos conservacionistas e intereses locales cívicos, la sección más pintoresca del ferrocarril se salvó. En 1970, un esfuerzo conjunto entre los estados de Colorado y Nuevo México puso a funcionar el ferrocarril otra vez, transportando a turistas entre los pueblos de Antonito y Chama, en Nuevo México. En 2012, el Cumbres se designó como un Monumento Histórico Nacional.
Los residentes también presumen de algunas atracciones como el hogar de arte folclórico de un residente local conocido como el Castillo de Cano, el cual atrae a muchos visitantes de Antonito. Otras atracciones incluyen la maravillosa pesca a lo largo del río Conejos, una granja local de alces y la Carretera Panorámica de Los Caminos Antiguos.
Un profundo sentimiento de conexión con la belleza, cultura, patrimonio e historia del pueblo ha impulsado a un grupo de residentes activos a reunirse con regularidad para hablar sobre el futuro del lugar. Con la ayuda de The Colorado Trust, el grupo ha creado un plan de tres años para que Antonito sea un lugar aún más sano y alegre para vivir. El grupo eligió enfocarse en tres áreas en particular: la economía local, las actividades recreativas y la promoción del liderazgo y la cultura.
Jay Warner, quien ha estado participando en el grupo desde su inicio, dijo que ha sido importante para el grupo “cultivar el futuro con las raíces del pasado”. Las historias del pasado son importantes y deben preservarse y heredarse a las futuras generaciones; entender la historia también es esencial para crear una mejor historia en el futuro.
“Nos ponemos de pie juntos y fuertes”, dijo Alice Candy, otra integrante del grupo. La experiencia de crear un plan de tres años ha establecido un vínculo aún más fuerte entre el equipo de residentes. También ha despertado el interés de los demás residentes, quienes están deseosos de unirse a los esfuerzos.
Lee más historias escritas por Pauline Victoria Martinez en su blog: Rethinking Rural Women.
Traducido por Alejandra X. Castañeda