Programas buscan reducir el estigma relacionado con la salud mental entre granjeros y ganaderos de Colorado
Read in EnglishTodos los lunes y miércoles por la mañana, en un local color arena sobre la Avenida Swink en Rocky Ford, Colorado, se prepara café, se ponen donas sobre una mesa, y se invita a integrantes de la comunidad agrícola a que entren por las puertas de este remolque de doble anchura. El interior se parece a una sala de gran tamaño: hay sillas mecedoras, plantas, fotografías enmarcadas de paisajes, un televisor de pantalla grande y una mesa alta con bancas a su alrededor.
Bienvenidos al Coffee Break Project—un modelo no tradicional de apoyo que busca combatir la crisis de salud mental en comunidades agrícolas de Colorado.
“No parece [un entorno] clínico”, dijo Joseph Carrica, doctor en educación y vicepresidente y director principal de innovaciones y estrategias de atención para la salud en Valley-Wide Health, la entidad de atención sin fines de lucro que respalda el proyecto. Y este diseño es a propósito.
En una industria y comunidad donde hablar sobre problemas de salud mental sigue siendo un estigma (igual que buscar tratamiento), el Coffee Break Project ofrece un método alternativo para fortalecer el bienestar emocional al simplemente ofrecerles a granjeros, ganaderos y trabajadores agrícolas un espacio seguro donde se apoyen los unos a los otros. El lema del Coffee Break Project, el cual se anuncia en la puerta, lo resume: “¿Cuidas de tus vecinos igual de bien que de tu cosecha o rebaño?”
“Se ha convertido en un lugar socialmente aceptable para pasar el tiempo y no sentir que te están juzgando”, Carrica dijo. “Porque creo que la gente sabe que no es un lugar donde hay consejeros—es donde hay conversaciones”.
El proyecto, el cual se inició hace como cuatro años como respuesta a cuatro suicidios entre hombres con conexiones en el Condado de Kiowa y su comunidad agrícola, es uno de una creciente cantidad de iniciativas que buscan apoyar a un grupo de coloradenses particularmente propensos a enfrentar desafíos de salud mental, pero también con poca probabilidad de buscar ayuda para sus desafíos debido a un persistente tabú.
Más de 195,000 personas trabajan en la industria agrícola de Colorado en 38,900 granjas y ranchos; la industria produce $47 billones anuales para la economía del estado, según el Departamento de Agricultura de Colorado.
Trabajar en agricultura es cada vez más estresante. Según una encuesta de la Federación de la Oficina de Granjas Estadounidenses (AFBF, por sus siglas en inglés) realizada en diciembre de 2021, el 60 por ciento de las personas que trabajan en granjas están enfrentando más estrés y desafíos de salud mental en comparación con el año anterior.
La encuesta de la AFBF reveló que los causantes del estrés en la salud mental de este grupo incluyen desafíos financieros, la situación de la economía agrícola y el clima u otros factores más allá del control de una persona.
“La mayoría de las personas que trabajan en agricultura realmente están pasando por un momento difícil”, dijo Clinton Wilson, director de programas en AgWell, una iniciativa del Sindicato de Granjeros en las Montañas Rocosas (antes conocido como la Red Rural de Asistencia entre Pares y financiado en parte por The Colorado Trust) que apoya a granjeros, ganaderos y trabajadores agrícolas en Colorado, Wyoming y Nuevo México. “Es una crisis”.
Jacob Walter, quien se crio en el rancho ganadero de la tercera generación de su familia en Thatcher, Colorado, una comunidad no incorporada entre Trinidad y La Junta, se ha visto afectado directamente por la crisis. En 2016, cuando Walter estaba en la universidad, su padre, Rusty, murió por suicidio.
“Una de las últimas conversaciones que tuvimos fue [cuando] me dijo: ‘Nunca está tan mal que no puedes obtener ayuda’”, Walter recuerda. En la clase de high school de Walter con 31 estudiantes, otros dos estudiantes perdieron a un padre por suicidio.
Varios factores contribuyen a los desafíos de salud mental entre los trabajadores agrícolas. Para empezar, “No hay muchas industrias, y no hay muchas ocupaciones que puedes desempeñar en la vida, donde casi todo está básicamente fuera de tu control”, Walter dijo.
Después de lidiar con muchos años de sequía, los granjeros y ganaderos en Colorado enfrentaron nuevos desafíos el verano pasado gracias a una serie de lluvias y tormentas con granizo que destruyeron sus cultivos. Las familias con granjas también están compitiendo con un mayor número de granjas más grandes propiedad de corporaciones que pueden producir mercancía más barata y más rápidamente, Wilson dijo. Además, los costos de producción—incluido el precio del fertilizante, las herramientas para proteger los cultivos y el ganado—han subido mucho, aumentando en un 28 por ciento desde 2020.
Y luego existe el hecho constante de que para muchos granjeros y ganaderos los límites entre la vida y el trabajo son confusos. “No puedes solo dar un paso atrás cuando tienes animales enfermos o cuando tienes cultivos en los campos que necesitan atención”, Walter dijo. “Siempre estás de guardia”.
Además, cuando una granja o rancho ha sido parte de una familia por generaciones, puede existir la presión de continuar la tradición, Walter agregó.Y la naturaleza del trabajo puede ser increíblemente aisladora.
“Cuando estás trabajando ahí afuera, quizás no veas a nadie más en todo el día”, Walter dijo. “El aislamiento realmente puede aumentar el estrés en la salud mental”.
En 2021, 1,370 coloradenses murieron por suicidio, incluidos 23 en las industrias de la agricultura, silvicultura, pesca y caza, según datos del Departamento de Salud Pública y del Medioambiente de Colorado. Esa es la cantidad anual más alta para esas industrias en la base de datos del estado, la cual se remonta a 2004.
En todo el país, la tasa de muertes por suicidio en comunidades rurales aumentó en un 48 por ciento entre 2000 y 2018, en comparación con un aumento del 34 por ciento en comunidades urbanas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. En 2018, las tasas de suicidio entre hombres y mujeres fueron notablemente mayores per cápita en áreas rurales en comparación con las urbanas.
Pero las estadísticas sobre la salud mental solo cuentan parte de la historia. “Es como la metáfora del iceberg”, Wilson dijo. “La parte superior del iceberg es como un décimo de la realidad de lo que está sucediendo debajo de él”.
En conversaciones hace varios años con granjeros y ganaderos, Rebecca Edlund, directora de operaciones y membresías en la Oficina Agraria de Colorado, escuchó continuamente que la salud mental era un problema importante: que había una tremenda necesidad de recursos; y, que el tratamiento para la salud del comportamiento era demasiado costosa para muchos. Según un informe publicado en 2022 por el Centro de Salud Rural de Colorado, una agencia sin fines de lucro que ofrece servicios como la oficina estatal de salud rural, los 25 condados de Colorado con la tasa más alta de adultos sin seguro médico están todos clasificados como rurales o fronterizos. Edlund también aprendió qué cosas específicas se necesitan para que un programa de salud mental enfocado en la agricultura sea eficaz, incluido el anonimato y la atención culturalmente competente.
Con esos conocimientos, ella y sus colegas desarrollaron un Programa de Adicción y Salud Mental Agrícola en Colorado (CAAMHP, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es que la atención para la salud mental sea más accesible al proporcionarles a los residentes de Colorado seis sesiones de terapia gratis con un profesional certificado en salud del comportamiento. (The Colorado Trust financia CAAMHP.)
El programa se basa en el anonimato; las personas necesitan proporcionar su condado de residencia para asegurar que sean residentes de Colorado, al igual que una dirección de correo electrónico donde puedan recibir los cupones, “pero esos datos se mantienen aparte, y no usamos eso para ningún fin más allá de la verificación del cupón”, Edlund dijo. Todos los profesionales participantes dedicados a la salud del comportamiento han completado lo que Edlund llama “capacitación sobre la humildad cultural” para que entiendan algo sobre la vida agrícola y ganadera.
Hasta la fecha, más de 30 profesionales clínicos han completado la capacitación, y 10 a 15 terapeutas trabajan actualmente en CAAMHP. Además, más de 200 profesionales de salud—incluidos médicos, enfermeros, técnicos en gestión de emergencias y administradores de hospitales—y varios pastores han completado una versión más corta de la capacitación. Edlund menciona la edición 2019 de una encuesta de la AFBF que reveló que el 78 por ciento de los granjeros y trabajadores agrícolas se sienten muy o algo cómodos hablando con su médico de cabecera sobre problemas de salud mental—pero aún más (el 81 por ciento) dijeron que sentirían lo mismo hablando del tema con amigos cercanos. Con terapeutas o consejeros, la cifra fue del 72 por ciento y, con parientes, del 64 por ciento.
En sus dos primeros años, CAAMHP distribuyó 186 cupones para sesiones de terapia. “[Recientemente], un integrante vino y me agradeció por la labor de CAAMHP porque en los dos últimos meses, ha perdido a tres amigos por suicidio”, Edlund dijo.
Walter usó el programa de CAAMHP para tener acceso a seis sesiones de terapia. “Me cambió la vida”, dijo de la experiencia, ya que le permitió trabajar en algunos de los desafíos producidos por el suicidio de su padre.
Según Chad Reznicek, un consejero profesional certificado y especialista líder en salud conductual con el Proyecto AgrAbility de Colorado, 21 estados, incluido Colorado, ofrecen servicios gratis para la salud mental a personas en la industria agrícola—un aumento de los 10 que lo hacían dos años atrás. El proyecto se financia, en parte, con un subsidio del Departamento de Agricultura de EE. UU. y proporciona varios tipos de servicios de apoyo a granjeros y ganaderos.
Como un exterapeuta con una maestría en consejería, Wilson cree que existe “tremendo valor” en que las personas reciban terapia para sus desafíos de salud mental. Pero también sabe que en muchos casos, si la gente recibe oportunidades para establecer conexiones significativas, quizás eso sea lo único que necesitan para mejorar su bienestar emocional. Además, debido al estigma arraigado, quizás muchos se resistan a recibir terapia.
“Muchos granjeros y ganaderos que conozco no van a ir a [ver] a un terapeuta, aunque fuera el mejor granjero-ganadero convertido en terapeuta del mundo”, Wilson dijo. “De ninguna manera están en una situación en la que dirían: ‘Tengo este desafío, esto es difícil, y necesito ir a hablar con un terapeuta’”.
De acuerdo con la encuesta de la AFBF, el 63 por ciento de las personas que trabajan en granjas dicen que hay por lo menos algo de estigma por el estrés y la salud mental en la comunidad agrícola, aunque hay indicios de que eso está cambiando lentamente. Casi la mitad de los trabajadores agrícolas se sienten más cómodos hablando con su médico (44 por ciento), amigos cercanos (44 por ciento) y parientes (48 por ciento) sobre su salud mental en comparación con el año anterior, según la encuesta.
Además del Coffee Break Project, Valley-Wide organiza reuniones regulares para un grupo que habla sobre la salud de la tierra junto con la salud mental, al igual que reuniones de un comité asesor para veteranos y personas dedicadas a la agricultura. También capacitan a gente local en una metodología llamada Cambiando nuestra trayectoria mental y emocional (COMET, por sus siglas en inglés). Desarrollada por High Plains Research Network, COMET enseña a la gente común sobre cómo intervenir cuando notan que alguien se encuentra en un estado mental vulnerable.
El programa tiene que ver con la “detección temprana, intervención y el cambio de la trayectoria de una persona hacia el bienestar”, Carrica dijo. Hasta la fecha, Valley-Wide ha capacitado a casi 200 personas en el método COMET, dijo Jennifer Pollmiller, directora de mercadotecnia y comunicaciones en Valley-Wide.
Un importante aspecto de la capacitación de COMET es simplemente saber cómo escuchar con empatía y validar los desafíos de la persona, dijo Hanna Bates, coordinadora de alcance agrícola para el Coffee Break Project. “El 90 por ciento de las veces, eso es lo único que alguien quiere”, explicó.
Sistemas de apoyo informal creados por programas como COMET son importantes debido a la falta de profesionales dedicados a la salud mental en todo el país. En Colorado específicamente, más de 2.8 millones de residentes viven en áreas donde no hay suficientes proveedores de ese tipo, según datos de la Fundación de la Familia Kaiser.
Encontrar proveedores calificados “ha sido muy difícil”, Carrica dijo. “No creo que tengamos la habilidad de derivar a todos a terapia a menos que estén en un estado más grave”, dijo. “Necesitamos encontrar opciones adicionales para que la gente se conecte y trabaje en estos [factores] estresantes e intentar desviarlos de un entorno más clínico”. Recursos como COMET y el Coffee Break Project buscan cubrir esa brecha.
En relación con la lucha contra el estigma de los cuidados para la salud mental, “cada generación nueva es más receptiva y abierta” a hablar sobre la salud mental, Reznicek dijo. “Pero sí deja a ese grupo de mayor riesgo de 50 o más [años de edad] todavía necesitado de desarrollar más conciencia y saber que hay personas disponibles para apoyarlos cuando esa necesidad se presente”. La edad promedio entre los granjeros y ganaderos de Colorado es 57.6 años, según datos de 2017 publicados en el Boletín de Estadísticas Agrícolas de Colorado 2022.
Jace Honey, presidente y gerente general de la Comisión Ganadera de La Junta, quien está capacitado en el método COMET, no usa el término “salud mental” cuando habla con la gente local. “Digo, es eso con lo que estás lidiando. Pero es un estigma o un tabú hablarlo”, dijo.
Honey, propietario de tercera generación de la comisión al igual que un granjero y ganadero local, fue uno de los primeros integrantes de la comunidad en recibir la capacitación de COMET. La gente se abre con Honey para hablar sobre sus problemas de dinero, relaciones, trabajo agrícola o ganadería. Honey escucha, y les hace saber que siempre estará ahí como amigo. Si necesitan más apoyo para la salud mental, les recomienda que hablen con Carrica, algo que ha hecho dos o tres veces.
Usando un método similar, AgWell recientemente organizó eventos de “Conexiones con café” (basados en el modelo del Coffee Break Project) en los condados de Routt y Larimer y el área de Basalt/Carbondale. También ha organizado eventos con pizza en el Condado de Larimer y Berthoud, al igual que un evento de “Aperitivos con AgWell” en Sterling.
“Tuvimos materiales en cada evento para que la gente pudiera agarrar tarjetas para el programa de CAAMHP y recursos sobre la línea telefónica de crisis en Colorado”, Wilson dijo. Pero el objetivo principal, agregó, fue simplemente ofrecer un sentido de comunidad.
En los dos años que Reznicek ha trabajado con esta población, ha visto varias señales prometedoras de progreso, como un aumento en las listas de espera de los terapeutas—una señal de falta de personal pero también de que la gente está intentando obtener atención para la salud mental—al igual que invitaciones para hablar en conferencias, eventos y organizaciones que anteriormente no se habían enfocado en la salud mental. Subsidios recientes han ayudado a fortalecer los servicios de apoyo del estado: durante la sesión legislativa de 2022, por ejemplo, el Departamento de Agricultura de Colorado recibió $200,000 en fondos asignados para programas de salud mental.
Bates, por su parte, dijo que la aceptación del Coffee Break Project en la comunidad ha “cambiado drásticamente” en los dos años que ha ocupado su puesto. Cuando las personas se enteraron inicialmente sobre su nuevo puesto, “me decían: ‘ya no podemos hablar contigo’”, recuerda Bates, quien es dueña de un rancho de familia al sur de Manzanola con su esposo y dos hijas. “Pensaron que básicamente iba a compartir sus [intimidades]. Y tuve que decirles que no tiene que ver con eso”. Ahora, entre 6 y 15 personas asisten a los días programados de café con donas, según Pollmiller dijo.
Sin embargo, queda trabajo por realizarse. Con miras al futuro, Carrica dijo que Valley-Wide busca ampliar su presencia en el Valle de San Luis al expandir su programa de apoyo entre pares, lanzar un grupo agrícola asesor y ofrecer la capacitación COMET y el Coffee Break Project en la región. Y Edlund dijo que CAAMHP planea incluir consejeros hispanohablantes para atender a una población más amplia.
Al preguntarle qué tan esperanzado se siente sobre el apoyo para la salud mental en las zonas agrícolas de Colorado, Carrica usó un tono positivo.
“Los granjeros, rancheros y trabajadores agrícolas se basan en la esperanza”, dijo. “Esperanza de que llueva, esperanza de que mejoren los precios de los productos, esperanza de que disminuyan los costos del diésel, esperanza de que disminuyan [los precios] del fertilizante, esperanza de más trabajadores, esperanza de que la próxima generación se haga cargo de la granja centenaria.
“Son personas con esperanza”.
Traducido por Alejandra X. Castañeda