Por qué siguen cerrando Safeways en Colorado
Read in EnglishPor Kristin Jones y Monica Hernandez
Cuando la firma de capital privado Cerberus Capital Management dijo en 2014 que planeaba liderar un grupo para adquirir la cadena de supermercados Safeway y fusionarla con Albertsons, el comunicado de prensa señaló que “[n]o esperamos cerrar ninguna tienda como resultado de esta transacción”.
Algunas personas entendieron esa oración como una forma de reconocer un pasado doloroso. Casi 30 años antes, otra firma de capital privado, Kohlberg Kravis Roberts, compró Safeway en una transacción que dio lugar a enormes ganancias para los inversionistas. Ese trato se convirtió en un símbolo de la codicia en Wall Street, y el riesgo de adquisiciones altamente ventajosas en especial, después de que The Wall Street Journal publicara un artículo en 1991, ganador del Premio Pulitzer. El artículo describió los costos para los empleados despedidos durante la oleada de tiendas que se cerraron después de esa adquisición.
En adquisiciones ventajosas, los inversionistas usan una gran cantidad de dinero prestado para comprar compañías. Estos tratos dejan a las compañías en cuestión con grandes deudas, las cuales se pueden liquidar vendiendo activos, recortando gastos y desviando dinero en efectivo que en otras circunstancias se usarían para respaldar los negocios.
Aunque la adquisición de Safeway en 1986 atrajo publicidad negativa, las adquisiciones ventajosas a manos de firmas de capital privado se han convertido en algo común desde entonces. Esto es en parte debido a que pueden ser altamente rentables para los compradores. En el mejor de los casos, estos tratos corrigen a compañías con problemas y las hacen más eficientes.
Pero la táctica no ha perdido su habilidad de causar dolor.
En los 5 años desde que los inversionistas liderados por Cerberus dijeron que planeaban adquirir la cadena de supermercados Safeways, se cerraron 40 tiendas Albertsons y Safeway solamente en Colorado. Cuando la propuesta fusión se anunció por primera vez, había 124 tiendas Safeway en Colorado, y 22 Albertsons. Ahora, hay 104 tiendas Safeway y dos tiendas Albertsons. (Algunas de las antiguas tiendas Albertsons ahora funcionan bajo el nombre Safeway. Las dos cadenas forman parte de la misma compañía, llamada Albertsons.)
Muchas de esas clausuras sucedieron después de que se completara la fusión en 2015. Albertsons, la compañía, cerró más de 160 supermercados a nivel nacional desde que se fusionara con Safeway, según sus declaraciones financieras anuales y reportajes periodísticos.
Las pérdidas han devastado a algunas comunidades en Colorado, especialmente en áreas con bajos ingresos. El cierre de las tiendas resultaron en despidos masivos y perjudicaron a negocios cercanos. También crearon desiertos alimentarios.
Después de que el Safeway en Grand Junction cerrara en junio de 2015, dejó a sus vecinos sin un supermercado cercano. El edificio que ocupaba quedó vacío durante años ya que Albertsons mantuvo su contrato de arrendamiento, lo que impidió que otros supermercado de la competencia ocupara el espacio.
En Longmont, los restaurantes y comercios cercanos pidieron ayuda de la ciudad después de la clausura del Safeway, que había actuado como tienda ancla del centro comercial, afectara negativamente sus ventas.
Y el cierre en abril de 2019 del Safeway en Glenwood Springs dejó a 54 personas, incluidas varias con discapacidades en el desarrollo, sin los trabajos que el supermercado les había provisto por largo tiempo.
David Martinez vive a cuatro cuadras de un Safeway clausurado en el vecindario de East Side en Pueblo (también conocido como “Eastside”). Un viernes en mayo, estuvo trabajando como voluntario en un banco de alimentos que se instala en el estacionamiento del edificio abandonado una vez al mes.
La organización no lucrativa Eastside Action Support Team organiza el banco de alimentos una vez al mes para apoyar a la comunidad. (The Trust ha contribuido fondos a la organización.) Martinez, de 18 años, se enteró del evento a través de amigos en su high school. Estaba ahí para acomodar alimentos y asegurar que las personas se sintieran bienvenidas.
La clausura del Safeway en noviembre de 2016 produjo un desafío real para la familia de Martinez. Su padre tiene una discapacidad, y su madre no habla muy bien inglés.
“Aquí en el Safeway tenía personas con quienes hablar. Podíamos venir caminando”, dijo. Ahora tienen que ir al Save A Lot o al King Soopers que quedan a 15 y 20 minutos en automóvil. “Mi papá maneja, pero es difícil para él porque es un paciente en diálisis”.
Una de las cosas que Martinez aprecia sobre su vecindario es la manera como todos se ayudan entre sí. Sus vecinos a veces les dan comida cuando la necesitan. Todos saben que “a veces no tenemos dinero y a veces sí. Nos identificamos”.
Decenas de personas estaban esperando en la fila del banco de alimentos en mayo. Entre ellas se encontraban Denise Uhleman y Jim Armstrong, ya jubilados. Uhleman es una jardinera entusiasta que ha estado comiendo alimentos bajos en sodio desde que le instalaran un marcapasos; es difícil cubrir todos sus gastos con ingresos del Seguro Social, así que aprecia que existan bancos de alimentos como este que ofrecen frutas y verduras frescas.
James Albo estaba haciendo fila con su familia, incluido su bebé de tres meses. La clausura del Safeway significa que debe tomar el autobús para ir al supermercado.
“Es difícil en el autobús”, Albo dijo. Parada junto a él en la fila, su hermana agregó que una vez el conductor del autobús la regañó, y le dijo que se bajara, por llevar demasiadas bolsas del supermercado.
Después de que el Safeway cerrara, el vecindario se unió para urgir que se abriera un nuevo supermercado en el mismo lugar. Se presentaron ante el consejo de la ciudad y hablaron con legisladores. No funcionó.
Pero la comunidad no se ha dado por vencida. Además del banco de alimentos cada mes, Eastside Action Support Team también está empezando una hortaliza comunitaria no lejos de ahí y explorando formas de que sea inclusiva y acogedora para todos, desde los niños pequeños hasta las personas mayores con discapacidades, dice Tom Carrigan, líder de la organización.
“Estamos enfocados en el desierto alimentario”, Carrigan dice. “¿Cómo podemos obtener comida saludable y sostenible para toda la comunidad?”
Los representantes de Albertsons y Cerberus no respondieron a solicitudes de comentarios sobre este artículo. Pero voceros de Safeway han dicho antes que no toman a la ligera la decisión de cerrar tiendas y que primero tratan de mejorarlas. Atribuyen los cierres anteriores a las malas ventas en esos supermercados.
La industria de los supermercados en general también enfrenta problemas significativos, con presiones competitivas de Wal-Mart y otras compañías que venden productos por internet. Entre estas se encuentra Amazon y su presencia en expansión de supermercados tradicionales después de que adquiriera Whole Foods Markets.
Sin embargo, eso no explica totalmente por qué se han cerrado casi un tercio de las tiendas Albertsons y Safeway en Colorado en los últimos 5 años, aun cuando la población del estado y su economía siguen creciendo. La competencia principal de Safeway es King Soopers, propiedad de Kroger, una compañía que cotiza en el mercado de valores. La cadena, aunque se enfrenta a las mismas presiones económicas debido a empresas virtuales y Wal-Mart, no ha sufrido dificultades comparables.
La diferencia, según una investigación de periodistas con la revista The American Prospect, es en quiénes son los dueños de las compañías. Los periodistas encontraron que, a lo largo del país, los dueños de capital privado están causando que los supermercados terminen en aprietos, incluida la bancarrota, mientras sus propios bolsillos se llenan con dinero.
Albertsons tiene una deuda de $10.1 billones, según su informe anual más reciente. Pagó $830.8 millones en gastos de intereses durante el año fiscal que terminó en febrero. Esta gran deuda afecta negativamente su balance financiero y limita su habilidad de mejorar sus tiendas o reducir precios para los clientes.
Cerberus ha intentado una y otra vez, sin éxito, deshacerse de su inversión en Albertsons; las firmas de capital privado, por lo general, compran algo para después venderlo por una ganancia. Una oferta pública inicial se abandonó a último minuto en 2015, y otra vez en 2017. El año pasado, una fusión planeada con Rite-Aid se canceló. En su intento más reciente de liquidar sus deudas y hacer de Albertsons una opción más atractiva para una potencial oferta pública, vendió sus centros de distribución y los volvió a arrendar. Esto ha resultado en obligaciones adicionales de alquiler para la compañía.
No obstante, la firma de clasificación Moody’s Investors Service recientemente cambió su calificación sobre Albertsons a estable, de negativa, mencionando su progreso para mejorar ingresos y reducir sus deudas.
Y los desafíos de la compañía a través del tiempo no significan que Cerberus y sus inversionistas, que incluyen fondos públicos de pensiones, fundaciones privadas y fondos universitarios, no estén recibiendo regalías. En julio de 2017, menos de un año después de que se cerrara el Safeway en el vecindario de East Side en Pueblo, Albertsons pagó a sus accionistas un dividendo de $250 millones. Ese dinero se hubiera podido invertir para mantener sus tiendas abiertas.
Stephen A. Feinberg es cofundador y codirector ejecutivo de Cerberus. No publica sus ingresos, pero Forbes calcula que su patrimonio neto es de aproximadamente $1.6 billones. (También es un donador importante del presidente Donald Trump y encabeza el Consejo Asesor de Inteligencia del presidente.) Forbes señaló que, bajo el liderazgo de Feinberg, “Cerberus ha generado algunos ingresos excelentes y algunas relaciones públicas fatales”.
Feinberg es famoso por su frugalidad. Se dice que usa trajes comunes y corrientes y maneja camionetas pickup.
“En general, creo que a todos nosotros nos están pagando demasiado en este negocio”, les dijo a otros que asistieron a una conferencia sobre firmas de capital privado en 2011, según un reportaje de Reuters. “Es casi una vergüenza”.
Kristin Jones
Subdirectora de Comunicaciones
The Colorado Trust
Monica Hernandez
Socia comunitaria – sudeste de Colorado
The Colorado Trust