La cita para almorzar que perdura por más de 45 años en Colorado Springs

Por Kristin Jones

En la década de los años 1970, cuando June Waller inspeccionaba viviendas de personas mayores para la Autoridad de Vivienda de Colorado Springs, empezó a darse cuenta de que la gente tenía comida para gato y perro sobre la mesa.

¿Y el problema con eso? “Que no había ni perros ni gatos en sus hogares”, Waller dice. “No se permitía tener animales”.

Empezó a sospechar que las personas estaban comiendo esa comida ellas mismas.

Con Waller como líder, la autoridad de vivienda inició un programa de almuerzos diarios para personas mayores en 17 centros de la ciudad. El programa tuvo un éxito increíble, según cuenta ella. La gente se vestía con ropa elegante para ver a sus amistades durante los almuerzos comunitarios. Jugaban juegos de mesa y conversaban. Los domingos hasta había esculturas de hielo, la contribución de un escultor retirado.

“Realmente creo que ayuda a que las personas mayores vivan más. Les levanta el ánimo saber que van a salir; se esfuerzan si saben que van a ir”, Waller dice. “[Combatir] el aislamiento es lo importante”.

Cuando Waller inició el programa, tenía como 30 y pico de años.

“Nunca se me ocurrió que yo terminaría comiendo a través de este programa”, dice. “Toda mi gente murió alrededor de los 50. Estaba planeando vivir también hasta entonces”.

Sin embargo, llegó a los 60 años; luego a los 70 y 80. Disfrutó de los almuerzos por décadas, aun cuando el programa dejó de pertenecerle a la autoridad de vivienda y terminó en las manos de varias organizaciones no lucrativas.

Luego, hace algunos meses, las comidas que se ofrecían a diario en el vecindario de Hillside dejaron de ofrecerse súbitamente.

Los almuerzos en el centro comunitario y las instalaciones para personas de la tercera edad en Hillside no estaban atrayendo suficientes personas, dijo Melissa Marts, administradora de desarrollo de programas para la organización Pikes Peak Area Agency on Aging, la cual había estado financiando las comidas diarias. (Marts dijo que el programa de alimentos volverá a ofrecerse de alguna forma después de que la agencia examine las razones por las cuales los almuerzos no tenían suficientes participantes y qué es lo que se podría hacer para cubrir de mejor forma las necesidades de la comunidad: “Necesitamos hablar de eso con la gente mayor”.)

Y así fue como Waller se encontró creando por segunda vez un programa de alimentos, alrededor de 45 años después del primero.

Bajo el nombre de Savvy Seniors, ella y un grupo de amigas reunieron los fondos que pudieron (incluida una contribución de The Colorado Trust), consiguieron un lugar en la oficina de una agencia no lucrativa llamada Urbanites Leading the Pikes Peak Region en Hillside y mandaron invitaciones. Veintiséis personas se registraron para el almuerzo en septiembre, pero Waller cree que el número de asistentes llegó a casi 40. Fue una combinación de personas que iban con frecuencia a los almuerzos anteriores en Hillside y participantes de otras áreas de la ciudad.

Peggy Shivers vino desde la punta norte de la ciudad para asistir al almuerzo.

“Fue [un evento] tan cálido y amigable. Todos nos divertimos mucho. La comida fue deliciosa”, dijo. “Fue muy agradable conocer a gente nueva y ver a otras personas que no había visto por años”.

Cleasther Marchman, una administradora escolar ya jubilada, dijo que le sorprendió la cantidad de personas que fueron.

“Creo que fue [un evento] inusual por la diversidad de nuestras culturas en nuestra comunidad que estuvo ahí”, Marchman dijo. “Fue maravilloso ver eso”.

Jugaron al rummy y armaron rompecabezas, además de que prepararon una pista de baile, aunque Waller se queja de que nadie bailó.

Los almuerzos se organizarán cada mes, dice. En octubre, “tendremos una fiesta de disfraces”.

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